Mostrando entradas con la etiqueta producto. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta producto. Mostrar todas las entradas

viernes, 24 de julio de 2009

VIVEN!




No son piedras, no son monumentos históricos y menos aún santas escrituras. Son entidades vivas que requieren actualizarse, modernizarse y estar en constante estado de evolución.

¿De quién hablamos? Pues de los productos! Hace pocos días veía en clase de Plan de Producto todos los componentes de un producto (consumible, envase, empaque, etiqueta, etc, etc, etc.) y vimos la importancia de no sólo tener el mejor producto, sino de lograr exitosamente que este evolucione.
Todos los que tenemos más de 27 años recordamos mucho el antiguo Sublime con su envoltura de papel. Recordamos también las reacciones ante el cambio de envolura y diseño. Como siempre, el ser humano es muy renuente al cambio, entonces se generaron muchos comentarios negativos. Varios años después de este cambio (lógico, más sanitario, para preservar mejor el producto, para renovar la imagen, etc.) ya casi nadie se queja y las ventas de Sublime siguen siendo impresionantes.



Los que recordamos dicho Sublime, recordamos también que había 2 tipos, el normal y el grande (hoy llamado Extremo). Sublime era visto en ese entonces como un producto estrella y como tal, nadie lo quería tocar, modificar ni generar alguna posibildad de generar algún comentario negativo. Hoy vemos, para bien o para mal, que dicho chocolate no sólo tiene una nueva envolura (la que para las nuevas generaciones es algo totalmente normal y nada novedoso), sino que se desarrollan diferentes variedades de producto: con galleta, con chocolate blanco, en forma más larga, en helado, etc.
El producto evoluciona, se renueva, busca nuevos nichos y así satisface más necesidades, etc.

Hoy en día tenemos una nueva forma de evolucionar. Por primera vez los productos pueden interactuar y hablar con sus consumidores. Mediante todas las herramientas de la Web 2.0 los productos pueden ser parte de la vida de sus consumidores e inclusive hablar con ellos como lo hacen Dunking Donnuts, Starbucks, Perú 21, etc mediante Twitter.
Imagínense que son un pequeño importador de productos chinos novedosos (relojes celular, celulares con 2 chips, etc.). Además de buscar vender estos lotes importados a mayoristas o tiendas locales (y sacrificar margen con dichos intermediarios), simplemente con tener su tienda virtual y una cuenta de Twitter, podría comunicar sus novedades en el momento, resolver preguntas e inclusive sondear qué productos sería interesante importar.
Imagínense que son un dentista; podrían hacer recomendaciones de limpieza y cuidado bucal, podrían hacer sus citas, podría lanzar promociones o similares.
En ambos casos, evolucionar un poco y hacer algo novedoso, distinto.

Obviamente un producto es sagrado en el sentido que nunca debe perder su esencia y aquello que lo hizo exitoso, pero sin lugar a dudas, al igual que el ser humano, debe evolucionar adecuadamente para no terminar como los mamuts.

lunes, 22 de junio de 2009

Creación de nuevos productos: Conciertos


En artículo del día de HOY en Día_1, se menciona que los grandes conciertos que disfrutamos los últimos 6 meses (Oasis, Kiss, Iron Maiden, REM, etc.) no son tan lucrativos como uno podría imaginarse. A pesar de la rebaja de impuestos y de meter más de 35mil personas en un estadio, se indica que la ganancia es casi nula y que se requiere hacer como 4 conciertos grandes y varios pequeños al año para ganar algo interesante.
No sé, me parece raro. He trabajado en producción de eventos y sé que no sólo es complicadísimo que todos trabajen bien y coordinadamente sino también que es costoso. Imagínense coordinar no con uno, sino con más de 10 proveedores a la vez en 1 día (luces, sonido, seguridad, defensa civil, bebidas, comida, etc.). Si me pongo ya muy realista, quizás pueda admitir que sí es factible que casi no se gane plata dados los altos costos de producción de un evento así. Sin embargo, ¿no será cosa de imaginar un poco más cómo ganar plata?


Se menciona en el artículo que en otros países, la utilidad de la productora no es tanto por las entradas, sino por el cobro de estacionamiento y merchandising; cosas que aquí no se pueden hacer (porque nuestros estadios no tienen cocheras y porque nadie compra merchandising original, o no hay dónde). Perfectamente comprensible. Pero, ¿no será cosa de pensar un poco más?
Se me ocurre por ejemplo que hay una gran cantidad de asistentes que pagan bien por una entrada y que ese día se la pasan estresados en sus trabajos por cosas como estacionamiento, acceso, robos, salida, etc.
¿No sería genial un servicio integral? Es decir, ofrecer paquetes completos: Entrada, bus de ida (que te deje en la puerta), bus de regreso. Inclusive podrían conseguir una cochera en, por ejemplo Lince y que los clientes dejen ahí sus carros. Más aún, dentro del bus podrían vender merchandising y marginar con él.
Otra podría ser poner buses que partan de San Isidro (Metro?) o San Borja y vayan hasta el estadio. Obvio que cobrando más de 7 soles por persona.
Finalmente, en el artículo mencionan la falta de auspiciadores. De hecho concuerdo con que falta cultura de auspicio a este tipo de mega-conciertos entre las empresas locales. Sin embargo, si ya tienen gente (ejecutivos de cuenta?) contactando empresas para lograr auspicios, también podrían buscar ventas institucionales. Conozco muchas empresas que podrían comprar 10, 50, 100 ó más entradas para premiar a sus empleados o intermediarios.
Entonces, quizás el problema de estas productoras pase más por el desarrollo de nuevos productos/servicios, antes que por bajar más el impuesto, conseguir más auspiciadores o lograr menores tarifas por parte de proveedores.
Si en 45 minutos se me han ocurrido algunas cosas, de hecho que a las productoras, con el tremendo expertice logístico que tienen, se les pueden ocurrir varias más. (firmas de CD previo pago, fiesta after-concert, etc.)